Confidencial


Desde niño, cuando llegaba la noche sintonizaba emisoras en onda corta y onda media. Era feliz teniendo al mundo solamente girando en una perilla.

De este modo conocí Holanda con Radio Nederland. Estuve en Rusia con radio Moscú. Y la VOA de los Estados Unidos me conmovió tanto el día que transmitió en vivo el despegue y la posterior explosión del transbordador Challenger. Un fatal accidente en el espacio. Fueron tan solo 74 segundos en el aire y boom!!!. Luego, me quedé petrificado en la cama, oyendo el lamento de los comentaristas que quisieron anunciar al mundo un triunfo más de la conquista espacial norteamericana. Todo tenia sabor a tragedia.

Un poco a la derecha encontraba a Radio Habana Cuba. En esa emisora internacional pasaban los discursos de Fidel Castro inaugurando eventos en la Habana y maldiciendo al imperialismo norteamericano.

Eran horas eternas pegado al receptor siguiendo al detalle las tertulias del amanecer en radio Sutatenza, RCN o Radio Caracol. ¿Cómo olvidar el acento español de la locutora de noticias de Radio Exterior de España?.

Como ven en mi casa, en mi vida, la radio permanecía encendida todo el día. Los locutores de HCJB entraban y salían, siempre fueron bien recibidos: Doña Yolanda Molina de Aguilar en “Radio Circulo”, “Café con Música” con Lenin de Janon y los Deportes con Alfredo Rodríguez Coll. Después del almuerzo nos quedábamos en “Miscelánea Radial”.

Marco Vázquez y Germán Carvajal fueron los señores de las noticias que sin saberlo tempranamente me educaron en la política y el periodismo.

En mi niñez la magia de la radio era posible porque en mi pueblo no hubo señal televisión. La TV llegó cuando cumplí mis 15 o 16 años. Entonces nació mi otra gran pasión, la imagen, el cine y la televisión.

Vi "Sabados Espectaculares", cuyo jingle todavía retumba en mi cabeza. Fue la motivación final para decidirme definitivamente por el periodismo. Cristhian Johnson sería un referente del reportaje televisivo humano, road report, del que sale inmanente desde la gente, de la cotidianidad.

Aprendí de todos ellos y hoy sigo amando a la radio, a mi familia, los amigos, a mi profesión el periodismo, a Latinoamérica, a mis alumnos.

A todos gracias por estar allí.

Fernando.

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