Año Viejo


 Fernando Ortiz Vizuete
fortiz.vizuete@gmail.com

Los actores de la política nacional han convertido al ejercicio del poder en un reality show. Una práctica muy cercana al famoso espectáculo televisivo “Gran Hermano”, y no por el voluminoso tamaño del hermano mayor del Presidente, me refiero a la exposición mediática que ambos han logrado. 

Este fuego cruzado entre hermano mayor y hermano menor captó la atención de los medios desde el inicio. Ganaron cámaras inmediatamente. Me pregunto: ¿Es una acción desesperada de los medios que se sienten descalificados todos los sábados? ¿Es una acción-respuesta ante la ruidosa puesta en escena del aparataje estatal, que ha convertido a los aliados de Carondelet en los creativos de la agencia de publicidad de mayor impacto en el país, digna del Cóndor de oro en la categoría cadena nacional y mortificación diaria de Jorge Ortiz? ¿Es respuesta al insustancial e intrascendente discurso político de la oposición? ¿Es respuesta al liderazgo estrellado en los fracasos políticos anteriores? ¿Es respuesta al silencio cómplice de la intelectualidad cobarde convertida en los nuevos comensales de palacio?

Si los ecuatorianos pensamos que ya lo habíamos visto y oído todo en los desgobiernos de Abdalá Bucaram y familia, Lucio Gutiérrez y familia. Que estas cosas estaban superadas, la respuesta es no.

Han irrumpido en la sociedad del espectáculo ecuatoriano los hermanos Correa como protagonistas de la diatriba pública. Están dispuestos a sacarse los cueros al sol a cualquier costo. “Pan y circo” era la estrategia romana para mantener divertida a la plebe. El circo ecuatoriano ha llegado con discursos repletos de mofa, sorna, sarcasmo criolla.

Fabricio usa el estruendo onomatopéyico, mensaje homofóbico, lenguaje descalificador en donde, nada ni nadie vale. Frases sencillas y llegadotas “Por el ojo tuerto te roban, ñaño” y con igual facilidad parafrasea “el círculo rosa llevará la revolución hasta la Victoria Secret”. Llama a su hermano menor Shakiro por ciego, sordo, mudo y testarudo. Desentraña el artilugio del RC (Revolución Ciudadana) como las siglas de Rafael Correa que en verdad representan. El hermano mayor se ha convertido en experto artista del perfomance criollo. Ingresa a la fiscalía cargando un cartón intitulado “pruebas de corrupción”. El público lo reclama, el reality exige que la cámara haga por lo menos un plano detalle del interior del cajón para ver qué mismo guarda allí Fabricio con tanto sigilo, pero eso no es posible, el cajón se abrirá ¡Maás adelanteee!. Y como si todo esto no fuera suficiente, se le acusa de montar un “Love parade guayaco” la misma noche en la que era homenajeado el cerebro jurídico de la Presidencia de la República Alexis Mera. 

El señor Presidente, ó hermano menor, sale al paso gallardamente en esta pelea familiar de grueso calibre, señalando que “Fabricio es un mitómano” y muchas otras cosas más. En fin, para qué abundar en lo que ya todos conocemos. 

Una encuesta recientemente publicada sobre los líderes que aparecen en el gusto nacional incluye al hermano mayor, Fabricio Correa. Hasta algunos opinan que debería lanzarse a candidato para algo. Yo creo que lo más seguro es que sean candidatos, pero para año el viejo del 31 de diciembre.

1 comentario:

Mireya Arias dijo...

Es verdad. No más pan y circo, no nos satisface un reality show, somos personas con ideas, con incorfomidades y con propuestas. Su artículo es una gran muestra de aquello. Felicidades.